¡Oh!, varón, mancebo de luz, aléjate de la cruz y ven a la eternidad, donde no hay carga, donde no hay sufrimiento, donde todo es diáfano y puro como el cristal.
¡Oh!, mancebo, endereza tu lanza a favor de la humanidad,y, que tu pureza vuelva a rugir con la crudeza de la Verdad.
¡Oh!, hombre, lleno de celestialidad, endereza tu lanza a favor de la Sagrada Paternidad, y, ríe junto a la vida, ama junto al amor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario