El aborto preguntó a los recién concebidos:
“¿Cuántos de vosotros queréis ser degollados en este
mismo instante?”. Todas las caritas celestiales, horrorizadas,
gritaron al unísono: “¡Ninguno de nosotros!”.
Y llegó la bruja del cáncer, preguntando a todas las mujeres:
“¿Cuántas de vosotras queréis llevar en vuestros
cuerpos la putrefacción de mi enfermedad?”. Y todas
las mujeres contestaron: “¡Ninguna de nosotras! ¡Tenemos
miedo al dolor! ¡Tenemos miedo a la muerte!”.
Mujeres pro-elección, estos son los parámetros con los
cuales regís vuestra supuesta libertad.
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