De pedófilos, pederastas y de todo tipo de ratas, cuidemos a nuestros hijos, que muchas veces la maldad viene en bandeja de plata. No hay que confiar de nadie, ni siquiera de tu sombra porque la sombra es oscura.

Debemos mirar más allá de la persona, más allá de la máscara, más allá del título, del rango, de la profesión. En 22 años de haber Trascendido la Ilusión he encontrado en mi prójimo todo los vejámenes que se puede infringir al ser humano, siendo las víctimas más indefensas los niños.

Por el sometimiento en que vive muchas veces las madres, se quedan calladas y prefieren quedarse con el marido que ha violado a sus hijos. Padres, padrastos, tíos, hermanos, vecinos, violan a los niños y nadie hace nada. Tenemos el síndrome del testigo silencioso, pensamos que el otro va a hacer algo y por eso los demás nos quedamos con los brazos cruzados.

Alertemos a nuestros hijos sobre la pornografía infantil, el aborto, las drogas, el abuso. Vigilemos muy de cerca quienes son sus amigos y los padres de sus amigos. Debemos mirar de frente esa lacra, ni en los colegios públicos, ni privados, nuestros hijos están a salvo.

ALERTA, PADRES, QUE EL MUNDO ESTA EN DECADENCIA.