viernes, 28 de abril de 2017

Saben por qué digo ¡No! al aborto 

Esto es lo que vi, en la noche milagrosa en que Di a Luz a mi hijo en una noche de soledad, hace 22 años.... Mi vientre sollozaba al compás de las contracciones de la Sagrada Maternidad. Durante 8 horas infernales no había esperanza para mí, Veía la decadencia y el Holocausto desfilar ante mis ojos, crueles manifestaciones de dolor que tenían como testigo universal a la víctima más inocente de todos los tiempos: el bebé abortado. Vislumbrando el Mal en toda su crueldad, me motivaba a salir del abismo de la ignorancia, pues, yo vi que todo estaba perdido. La humanidad desaparecía bajo montañas y montañas de cadáveres de bebés destrozados. La sangre del aborto corría como lava de volcán, quemando todo lo bueno, todo átomo de Sabiduría y de dignidad que el hombre poseía, y mi ser ignorante pedía perdón por todo lo que estaba presenciando pero, por más que imploraba misericordia, nada pasaba en el mundo de la dualidad, todo lo contrario, cuanto más perdón pedía, más pedazos de bracitos, de piernas y corazoncitos caían ante mis pies. Me volvía loca de terror. Intentaba juntar los pedazos de estos pequeños mutilados pero era imposible volver a darles vida, ya estaban condenados a errar para siempre en el mundo siniestro de la injusticia. Pedir perdón no bastaba para acceder a la dicha de parir en Sabiduría y renacer. Primero tuvo que morir en mí el proceso mental para aceptar por la Fe Absoluta todo lo que me venía del cielo. Me bastaba creer en mí, en mi bebé y en mi marido, y, en todo lo que me iba mostrando la Consciencia Infinita. Acepté sus latigazos de muerte, acepté el dolor, acepté cambiar todo dentro de mí, acepté quedarme sin amigos, sin padre, sin madre, sin hermanos, y todo lo que me era conocido, acepté alejarme de la podredumbre para vivir solo de mí misma y, de las enseñanzas de Luz de la sagrada Maternidad.
Pagué muy caro mi complicidad con el aborto, por haber estado callada, cómplice en la ignorancia, en mi vida dual antes de la iluminación.

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