La justicia real está en tu corazón, eres el
único llamado a detener el odio contra la humanidad
que germina cual gota de rocío que
contiene la lluvia. Así es el bebé, una semillita
bondadosa que contiene el jardín de la humanidad.
Tu rostro debe recibir el resplandor de la vida como
el mérito a tu sexualidad, dirigida hacia la
construcción de la Luz. No puedes hablar de Luz si
no defiendes el Amor plasmado en la Concepción,
no debes correr detrás de lo falso porque la Verdad
está dentro de ti, no puedes errar en tu camino al
Absoluto porque desde la concepción eres ya el Uno,
no puedes andar en la dualidad porque eres ya la
Gran Consciencia; sólo limpia el espejo de la Ilusión
para que la gota de cristal resplandezca la grandeza
de su hechura.