Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
La mujer muy enojada le dice al marido: ¡Quiero el divorcio! el esposo muy tranquilo le contesta, agiliza los papeles para que yo los firme, tal como lo hiciste para casarnos.
Moraleja: No siempre los pedidos en bandeja, satisfacen a la vieja pendeja.
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